lunes, marzo 26, 2007

El dìa que Titina se fue

octubre 5th, 2006 -

Llueve.
Anoche bailaba en una pata mi trastorno bipolar
al compás de Calamaro.
La radio me esperaba en mi debut en horario central de la mañana.
Una mujer ocupando horario central!
Esa mujer , yo.
No había manera de dormir!
Menos , de despertar.
Llueve.
( Te asfixio?) 

Llueve.
El cielo de plomo se llena de serpentinas de brillo lujurioso.
Aturde , enceguece, arrecia, diluvia.

Despedida en la capilla del cementerio.
Lloramos abrazados.
Lloramos en silencio.
Recordamos la infancia, la juventud.

La Negra , Graciela, me llevó a tomar un café calentito a su casa y
me regaló una cajita hecha con espejos para guardar un sueño.

Mamá llora en silencio.

Hernán y yo tomábamos la merienda en mi casa.
El era el menor de los cinco hermanos y menor que yo.
Nos peléabamos y se iba a la casa corriendo.
Supongo que se escondía debajo de las polleras de Titina que
en esa época no era tan gorda.
Hernán era tan o más malcriado que yo.

Hernán, hace dos o tres días que llevas ese buzo celeste ,
con una mancha.No lloras.
Ya tu madre no puede cobijarte debajo de su falda.
Ya no puedes cobijar a tu madre.

María llora.
Llueve afuera.
Ruge el cielo.

Si yo estuviera en lugar de María exigiría que
devuelvan a la muerta.
Esa no es Titina.
Eso sólo es un cuerpo en descomposición.


Titina llamó a mamá muchas veces antes de morir.
Mamá no estaba.
Titina llamaba a mamá.
Nélida llamó a mamá a casa.
Mamá fue a llevar mate y termo a la radio.
Mamá no escuchó el mensaje en el contestador.
La ambulancia de la casa fúnebre irrumpe
ante la mirada azorada de mamá.
Mamá no sabía que Titina ya no era más.

María llora.
Le recuerdo cuando a mis quince ,
ella un poco más, nos fuimos de aventuras a Neuquén,
pasaje turista en La estrella del valle.

Llegan los hijos de los hijos,
las esposas de los hijos de los hijos.

Lloramos, nos abrazamos,nos prometemos
encuentros que serguramente no concretaremos.

Pamela, la perra , no quiere entrar a su casa.
Mamá alimenta a Pamela.
Pamela sabe que su dueña no está.

Nos despedimos en el portal del cementerio, bajo la lluvia.
Seguimos prometiéndonos.
Yasmín, Tahiel,la esposa de Marcelo lleva un bebé a punto de salir,
en su vientre…
Mamá, la Negra y yo nos subimos en el remiss…
El atardecer amenza…
Me bajo cerca de la plaza.
Cómo desearía hablar con Dios.
LLueve sobre mi trastorno bipolar…
Mañana de nuevo a la radio.




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