Los asesinos no viven en los countries Por ORLANDO BARONE

Los asesinatos que se cometen allí son tan complejos
que parecen creados por un novelista embrollado que
nunca puede llegar a la solución de la trama.

El recurso del ADN, tan eficaz en cualquier otro barrio o geografía,
en los countries no sirve.
Los ADN de country son siempre inválidos,
el semen que se encuentra es de hombres estériles,
las huellas no son de nadie.
Nadie ve nunca nada.
Los policías que investigan, acostumbrados a lidiar con
bandidos cualunque, se sienten acomplejados
ante sospechosos notables tan educados y gentiles
que les hacen preparar durante las guardias sandwiches
gourmets por las cocineras.

Los residentes involucrados acaban probando
que son los mejores padres de familia y
que cuando ocurrió el crimen estaban mirando
televisión o tomando tragos largos con otrosç
residentes tan buenos e inofesivos como ellos.
Todos son testigos de todos.
Sus abogados caros son tiempistas que
apuestan al paso de los años y al olvido.

Nunca va a haber un asesino que viva en el country.
Siempre van a vivir afuera.

Los criminales más fáciles son los pintores,
los albañiles y los que podan el ligustro.
Tienen el phisic du rol que el inconsciente colectivo lambrosiano
da por lógico.
Los asesinos de molde son morochos y pobres y nunca rubios y ricos.

Además, si el asesino es un albañil todo se hace más puro y
correcto: se desplaza la idea del amante por la del violador,
se prueba la inocencia de la gente del country,
y se repara el espíritu de la familia.

Amén.

 

Cualquier similitud
con la aldea local que habito,
aunque carezca aùn de countries...
Sigo otro dìa...









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