jueves, noviembre 30, 2006

Chancho, cerdo, jabalì...


El Año Nuevo Chino se remonta al año 2600 aC, cuando el Emperador Huang Ti presentó el primer ciclo del zodíaco. Cuenta la leyenda que antes de partir de la tierra, el Señor Buda reunió a todos los animales para que fueran a verlo. Pero sólo doce fueron a su encuentro para despedirlo. Como recompensa, le puso los nombres de los animales a cada año según el orden de llegada. Los chinos creen que el animal que gobierna el año en el que la persona nació tiene una profunda influencia sobre la personalidad de cada uno, y al respecto dicen: "Este es el animal que se esconde en tu corazón". Un ciclo del zodíaco completo dura 60 años y está formado por cinco ciclos de doce años cada uno.
La fábula alude a un pueblo de China que fue destruido por un monstruo maléfico una noche de invierno. Al año siguiente, el monstruo regresó y diezmó el pueblo. Anticipándose a la nueva visita del monstruo el año siguiente, los pobladores idearon un plan para espantarlo. Se utilizaron fuegos de artificios rojos, tambores y gongs para crear fuertes ruidos y así ahuyentar a la bestia y se colocaron estandartes por todos lados. El rojo simboliza el fuego y durante mucho tiempo se ha creído que espanta el mal y la mala suerte. El plan funcionó y la celebración duró varios días, durante los cuales la gente se visitó, intercambió regalos, bailó y comió deliciosas comidas.
Tanto el Año Nuevo Chino como el Occidental están repletos de tradiciones y rituales. Los preparativos comienzan un mes antes de la fecha del Año Nuevo Chino (similar a la Navidad en Occidente), cuando la gente comienza a comprar regalos, adornos, comida y vestimenta. Una exhaustiva limpieza comienza aproximadamente un mes antes del Año Nuevo Chino, cuando las casas se limpian profundamente, eliminando todo rastro de mala suerte. Se da una nueva mano de pintura, que por lo general es de color rojo, a las puertas y los vidrios de las ventanas. Luego se decoran con letras coloridas sobre diseños de papel y pareados (chun-lian) con impresiones de temas como la felicidad, la fortuna y la longevidad. Todo esto debe realizarse antes de que comience la celebración del Año Nuevo Chino.
La víspera del Año Nuevo es quizá la parte más emocionante del evento, ya que la expectativa va aumentando lentamente. Aquí, los ritos y costumbres se celebran con mucho cuidado en todos los aspectos, desde la comida hasta la vestimenta. En la mayoría de los casos, es un momento para que las familias se reúnan y den gracias. Por lo general, la cena consta de mariscos y bolitas de masa guisada, representando los muchos buenos deseos. Las exquisiteces incluyen langostinos, para la vivacidad y la dicha; ostras disecadas (o ho xi), por todo lo bueno; ensalada de pescado crudo (yu sheng) para traer buena suerte y prosperidad; cabellos de ángel(fai-hai); finas algas comestibles para traer prosperidad; y bolitas de masa hervidas en agua (Jiaozi). Esta comida, conocida como "alrededor de la cocina" (Weilu) honra el Cielo y la Tierra y reconoce la divinidad de la familia y de los ancestros que establecieron el trabajo de la tierra para la buena fortuna de las familias. Se acostumbra usar algo de color rojo, nuevamente, para librarse de los malos espíritus; pero no se usa ni negro ni blanco, ya que se los asocia con el luto. Después de la cena, se llevan a cabo más actividades familiares relacionadas con la ocasión. A medianoche, el cielo se ilumina con fuegos artificiales.
En el Día de Año Nuevo, tiene lugar una antigua costumbre llamada Hong Bao (paquete rojo). Los matrimonios entregan a niños y adultos solteros "dinero afortunado" en sobres rojos. Luego, la familia va de puerta en puerta para saludar primero a sus familiares y luego a sus vecinos. Como dice el dicho occidental "lo pasado, pasado", los rencores se dejan de lado fácilmente durante el Año Nuevo Chino. El decimoquinto y último día del Año Nuevo está marcado por el Festival de los Faroles, que es una celebración con cantos y danzas, además de desfiles de faroles con niños.
Los chinos lo utilizan como una alternativa social para determinar la edad de una persona. En lugar de preguntarle a una persona su edad, se le pregunta por el animal de su signo. A partir de eso pueden calcular la edad teniendo en cuenta el ciclo de 12 años.


Según Ludovica Squirru,el 2007 será el año del chancho de fuego y por tanto un año para "recuperar las pequeñas cosas de la vida y agasajarlas con sabiduría. Despertar el erotismo, compartir lo que soñemos con nuestros seres queridos, y pulir el diamante que somos". "De acá al 2013 habrá que tolerar cambios climáticos imprevisibles" en todo el planeta; "catástrofes -agregó-, que vienen de la mano del hombre".
Este signo es de mucho coraje y bondad, muy valiente; de tanta sensualidad y pasión que los chanchos pueden convertirse en jabalíes salvajes. No tienen término medio y necesitan tener poder sobre los demás, medio déspotas. ¿Cómo incidirá todo esto sobre los otros animales? No deberán esperarse cambios mágicos, la vida seguirá siendo consecuencia de lo que uno genera. Habrá que estar atentos porque el chancho intentará poner una cuota pacífica en un clima donde reina el poco diálogo, la violencia y el instinto. Habrá que retornar a lo esencial, a las pequeñas cosas de la vida: una buena comida, una conversación, estar en casa.
El 18 de febrero del 2007 es la segunda luna nueva después del 21 de diciembre, esto significa que ese día se celebrará el Año Nuevo Chino.
Las celebraciones completas del año nuevo comienzan en el día anterior a éste y terminan quince días después. Ha ciertos rituales a seguir.
El propósito de estos rituales y celebraciones es comenzar el año de la mejor manera y así poner en movimiento una poderosa fuerza positiva que nos acompañe durante todo el año, promoviendo la prosperidad, la salud y la armonía.




Si no sabes donde vas corres el peligro de no llegar a tu destino
(Anònimo pero cierto)

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